Bien por Sabina, ya era hora que alguien no tuviera pelos en la lengua y les diese en los morros a las compañias sicográficas. Algo tarde, eso si. Pero no se puede pedir peras al olmo. No se puede morder la mano de quien te da de comer.. mientras esta mano sea la única, ¿verdad JoaquÃn?
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