En el año 1993, el matriminio Toffler publicó su libro «Las guerras del futuro». Hoy, lo que contaban ya hace tiempo que es pasado. AdevetÃan muu especialmente que:
«.. el peligro que representa el acceso al armamento nuclear de la desaparecida URSS, por parte de dirigentes desesperados o por grupos mafiosos que los podrÃan volcar al mercado negro al mejor postor, inaugurando una nueva era de «terrorismo nuclear». ( Toffler, 1993)
Estos dos investigadores recomiendan muy especialmente el uso de técnicas anti-guerra que no exacerbe el odio y la sed de venganza de los pueblos oprimidos.»
Un ejemplo ya ocurrio en Irak en la invasión
EU prepara una ‘bomba electrónica’ contra Irak
(3:38 p.m.) NUEVA YORK (AP) Los analistas militares pronostican que las fuerzas estadounidenses probarán una nueva bomba electrónica durante la anticipada invasión de Irak para cegar, ensordecer, enmudecer y paralizar las fuerzas del presidente iraquà Saddam Hussein.Las bombas, que se mantienen en secreto, crea un breve pulso de microondas suficientemente poderoso para corromper computadoras, enceguecer sistemas de radar, silenciar radios, desencadenar apagones y desactivar los sistemas de encendido electrónicos de vehÃculos y aviones.
SerÃan útiles contra cualquier adversario que dependa de sistemas electrónicos, observó Loren Thompson, analista de defensa en el Instituto Lexington, un centro de estudio en Arlington, Virginia.En la guerra moderna, la electrónica es componente vital en casi toda arma más avanzada que un fusil o una granada de mano. Por ese motivo, los cientÃficos de la Fuerza Aérea han trabajado durante décadas en un modo práctico de producir pulsos breves e intensos de microondas que incapaciten los equipos electrónicos sin dañar edificios ni lastimar a los seres humanos.
Oficialmente, el Pentágono no reconoce la existencia del arma. Cuando se le preguntó el 5 de marzo en una conferencia de prensa en el Pentágono, el general Tommy Franks respondió: No puedo hablarles de eso porque no sé nada al respecto.
Lashttp://www.jornada.unam.mx/2001/11/18/mas-ciber.html«> guerras del futuro como vemos ya son presente.
Como si fueran personajes sacados de la ciencia ficción, los ciberguerreros se enfrentan a sus enemigos en la red electrónica. Como el pequeño David venció con una honda al gigante Goliat, los hackers (especialistas en informática) utilizan sus computadoras para combatir a las grandes corporaciones financieras o a los gobiernos más poderosos del mundo. Estos guerreros virtuales no necesitan armas ni tener dinero para convertirse en una «potencia» del ciberespacio, sólo su conocimiento en sistemas de información.
En contraste, si un pequeño grupo de personas penetra las computadoras que controlan la red podrÃan cortar la electricidad e intervenir los principales servicios de una ciudad causando el caos.
Las guerras del futuro
Los recientes atentados y los ataques electrónicos en la red que le siguieron demuestran que no se requiere de grandes aviones y bombas de alto poder para librar una guerra. Los gobiernos, las empresas privadas y los servicios dependen cada vez más de las redes de datos y de Internet para su funcionamiento. La carrera armamentista cibernética apenas comienza y los gobiernos y los ejércitos del mundo se preparan para ella.
Tener la capacidad de sabotaje electrónico es hoy uno de los objetivos militares de todo paÃs que busque combatir a otros gobiernos o acabar con grupos terroristas. Aunque también lo es de grupos que hacen protestas civiles contra las polÃticas de instituciones o de empresas. Algunos ciberactivistas que abogan por la libertad de información espÃan y sacan información secreta para ponerla a disposición del público.
Las estrategias bélicas en el ciberespacio sólo requieren de conocimientos para atacar sistemas, escribir códigos de virus y espiar mediante mecanismos electrónicos tradicionales. «Es una forma barata y efectiva de atacar los activos militares y civiles del adversario, que no involucra ejércitos ni aviones», reconoció recientemente un funcionario del Pentágono.
En las semanas recientes, las principales instituciones de Estados Unidos han sido objeto de ataques masivos electrónicos. Esto ocurre dÃas después de que el Congreso autorizara la intercepción telefónica y el espionaje electrónico en la lucha contra el terrorismo.
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