Hace tiempo que las grandes empresas tecnológicas que están omnipresentes en nuestro día a día, han cambiado nuestras constumbres.
Personalmente busco en Google, compro en Amazon y me relaciono en Facebok y Whatasapp e Instagram.
Sin embargo decir eso es simplifciar demasiado la cuestión. En realidad lo que hago es favorecerme de los ecosistemas industriales que han facilitado esas compaías.
Google (como cabeza visible de Alphabet) es un motor de innovación, vector y pulso de materia plasma que nos está haciendo avanzar a la humanidad incluso mas allá en todos los sentidos.. hasta la transhumanización, pero hablando en términos mas mundanos, actualmente genera empleo en una industria paralela inmesna y multitudinaria, y facilita una formación innovadora y en constante actualización para millones de personas cada día. Y ha desarrollado un sistema que ha permitido incluso que terminen las controversias mundanas en los bares, antes que comiencen. ¿Quién marco el famoso gol de cabeza contra Alemania en la Eurocopa del 84?¿o era del 86? Que sí, que te lo digo yo.. que no, que fue fulanito.. eso se termino. Hasta aquel que no termino la EGB y fue mas bruto que un arado toda la vida, habla con su terminal para finalizar la discusión.
Por otro lado gracias al ecosistema de Amazon, el consumidor tiene el poder, conoce las opiniones sobre un productyo, tiene garantizado los reembolsos y la calidad del servicio logístico. Comprar en el ecosistema de Amazon, al que cualquier pequeño comercio y o emprendedor se puede sumar es no solo ecológico, sino tambien inteligente. Evita pérdidas de tiempo en esas comprar eternas que hace 3 décadas nos enseño a ir a los centros comerciales para comprar un pegamento, y de paso hacer la tarde allí, en ua especie de ocio consumista. Ahora una compra en Amazon te lleva menos de 5′ si sabes lo que compras, y si quieres aprender, la propia comunidad y comparativas de productos y precios te ayudarán a hacer la mejor elección a la par que conoces el producto a fondo.
La actividad de estos gigantes tecnológicos supone un desafío conceptual para la normativa antimonopolística. Es innegable su dominio en los sectores en los que operan, ya sea las redes sociales, las búsquedas de información, el comercio electrónico o la publicidad online, y el hecho de que a menudo sus prácticas los protegen de eventuales competidores.
Pero no es tan claro que incurran en los perjuicios a los consumidores que las leyes antimonopolio tratan de evitar: ni producen una escalada de precios (de hecho, sus servicios suelen ser gratuitos), ni reducen necesariamente la capacidad de elección de los clientes (a menudo, al contrario, facilitan la búsqueda y comparación de productos).
https://elpais.com/economia/2019/06/03/actualidad/1559583647_707974.html
Y en el caso de Facebook y sus niñas prodigios; whatsapp e instagram a las que les espera un gran futuro, es descomunal el favor que ha hecho a la humanidad, y el terrible problema que ha causado a toda una generación adolescente empapadas del narcisimo y ego propio de su edad. Las redes sociales y sus efectos siempre existieron, ahora solo lo amplifica. SIn entrar en problemas psicosociales y efectos secundarios extremos, lo cierto es que la humanidad vive conectada, y que gracias a estas conexiones no son pocas las amistades que una vez se perdieron en el olvido, y hoy te despiertan cada mañana desde miles de km comom si hubiera sido ayer cuando os despedíais para no volver a veros jamás.
Entonces, que se juzga en este asunto antimonopolio.. que subyace bajo esta pretendida defensa de la sociedad del consumo para intentar protegernos de las tecnológicas. Lo que subyace es la soberania de los estados. Los estados, o perdón, los políticos, haciendo un extraordinario ejercicio de cinismo y con el pretendido argumento de proteger las libertades de los individuos lo que están es protegiendo su modo de vida, su “poltrona”. Su chollo.
Estas corporaciones, efectivamente, tienen ya una infraestructura descomunal, y funcionan como corporaciones-estado. Con sus reglas, sus poblaciones, sus códigos de ética, sus procedimientos, sus fuentes de financiación, y proxiamente.. su propia moneda. Y ahí es donde vamos.. ahí es donde ahora toca ver quien hace el primer avance.
Los individuos ahora pertenecen a corporaciones-estado. ¿Tu de quien eres? De Apple (IOS) o de “EL resto” (Android), de Facebook o de Twitter o Instagram, o del chino Weibo ; de Amazon o de Rakuten, Aliexpress (Alibaba Corporation el “Amazon asiático”).
Sin embargo, la gran diferencia entre los gigantes chinos y los occidentales, es que ellos ya tienen un ferreo control totalitario de un estado como el chino, cuyas garras dejan moverse pero en régimen de libertad vigilada.. y eso es lo que ahora se pretende hacer en occidente, evitando que las nacientes corporaciones-estado consigan un excesivo poder soberano con respecto a los gobiernos que deje obsoleto el actual sistema de gobierno que describió Jhon Locke y Thomas Hobbes a finales del siglo XVII
Asistimos pues al comienzo de una lucha de poderes, el inicio de una gran crisis social, ecológica, económica y energética. Una guerra sin muertes violentas (salvo las guerras focalizadas que servirán para aliviar la tensión y en la que morirán los de siempre, los mas indefensos y pobres) en las que la información, y el proteccionismo serán los ejes catalizadores de los nuevos populismos que comienzan a asolar el panorama civilizado.
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