Este post de hace algun tiempo, he decidido resulcitarlo ahora que hay tantos nacionalistas excerbados que no entienden que se acabo el tiempo de las naciones fÃsicas y geográficas..
No me atrevo a decir nada para no estropear este prologo a «Republica Internet«. Os linkeo arriba el documento completo escrito por Carlos Sánchez Almeida. De muy recomendable lectura por cierto… Nunca esta de mas ver escrito lo que todos deseamos.. y lo que todos estamos viendo que se acerca… y eso que acabamos de empezar.. 🙂
Nación Red
by IGNACIO ESCOLAR
¿Quién manda en Internet? La pregunta ahora no es tan común. Pero cuando se hablaba de
autopistas de la información, cuando se divagaba hace unos años sobre el futuro de las redes, la
cuestión era la primera –o la segunda después de «¿y esto quién lo paga?»– que planteaban los
curiosos a ese amigo que ya se pegaba con un lentÃsimo módem cada madrugada.
Para explicar la estructura de poder de la Red, para resumir su funcionamiento descentra-lizado,
siempre se recurrÃa entonces a complicadas metáforas, a ejemplos con migas de pan si se
estaba en la comida, con vasos y ceniceros si era hora de copas. Con lo sencillo que habrÃa sido
contar que en Internet mandan todos y ninguno.
¿Quién manda hoy en Internet? Google, que para eso es la web más visitada y el principal
intermediario entre todas las demás páginas. Antes fue Altavista, mañana puede que sea Teoma
o una web que aún no ha nacido. Este poder, además, no es ni absoluto ni único ni mucho menos
hereditario. Son los internautas quienes detentan la soberanÃa y la ejercen con cada clic de ratón;
los que deciden pasarse o no por una página hasta convertirla en ese observador que modifica la
realidad cuando la mira. Pero Google manda aún menos que la ONU. Internet no es un empresa
anónima o limitada donde la familia de los puntocom de toda la vida reinan hoy mañana y
siempre. Internet es una república.
Carlos Sánchez Almeida, amigo y abogado (y perdonen por la contradicción), profundiza
en las tensiones que provoca en el antiguo régimen este nuevo poder que no se puede sobornar,
fusionar o censurar. La nueva realidad, después de todos los fracasos financieros por convertir la
red en el nuevo El Dorado, provoca dos reacciones en los polÃticos, en los grandes empresarios,
en todos aquellos privilegiados que ven cómo se tambalea su torre: o la ignoran o la temen. Los
que se han dado cuenta de los cambios que se avecinan, los primeros en sufrirlos, quieren parar
el código informático con el código penal, perpetuar su pasado en el mundo del futuro con leyes
abusivas que detengan el tiempo.
El debate sobre Internet, la propiedad intelectual, la privacidad, la nueva democracia, la
libertad… la discusión que plantea Carlos a lo largo de esta acertada colección de artÃculos no
sólo atañe a los expertos aunque sólo sean ellos los únicos que hoy se preocupan.
La economÃa ya no es el motor de la historia. Las nuevas palancas que moverán el mundo
serán digitales y tendrán en Internet su punto de apoyo. ¿Cambiará todo para que todo siga
igual o nacerá una sociedad nueva? El proceso es inevitable aunque no será fácil. La lucha es
contra los que quieren que el futuro llegue lo más tarde posible. Vivimos tiempos interesantes.
IGNACIO ESCOLAR
http://www.escolar.net
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